La configuración de Control Dual en Perfect Dark

Aunque siempre es un ejercicio recomendable, revisitar Goldeneye, Turok o Perfect Dark (Rare Soft, 2000), puede hacerse muy cuesta arriba.

A poco que agarres un pad de Nintendo 64 enseguida te darás cuanta que el tiempo ha tratado especialmente mal los juegos de esta consola, y no me refiero sólo a su apartado gráfico, condicionado por el hecho que esa fue la generación en las que los videojuegos apostaron el todo por el todo por los polígonos y los entornos en tres dimensiones. Realmente no te costará demasiado acostumbrarte a ver en pantalla esos polígonos sin apenas texturas en baja resolución, y que, además, se mueven de forma ortopédica. El problema que te vas a encontrar es otro, porque el auténtico escollo es su control. 

Hoy en día es inconcebible jugar a juegos en 3D sin dos sticks analógicos, y menos aún un FPS. De hecho los esquemas de control de los juegos están estandarizadas: te mueves con el stick izquierdo, miras con el derecho, disparas con el gatillo derecho, recargas con A… pero a finales del siglo veinte, los pads no tenían sticks y no fue hasta la llegad a de Nintendo 64 cuando se incluyó el primero. 

Por eso, hoy en día, jugar a Perfect Dark en una N64 es realmente incómodo… ¡o no! porque en 1997 Rare Soft demostró una vez más lo mucho que la Rare de antaño estaba adelantada a su época.

Conectando sendos mandos, en los puertos 1 y 2 de la consola, entre las opciones aparecen varias configuraciones de Control dual, lo que significa que, gracias a la peculiar forma del Mando Tridente de Nintendo 64, puedes coger un pad con cada mano y jugar usando los dos sticks analógicos. De hecho la configuración 2.2 (Goodhead) es exactamente la misma que usamos en cualquier shooter de hoy en día y que estandarizó Halo, un juego de 128bits. Pero es que además, si conectas dos mandos en los puertos 3 y 4 puedes jugar las misiones en cooperativo de forma que ambos jugadores pueden jugar usando la configuración de Control Dual.

Si tienes una Nintendo 64 te recomiendo que lo pruebes, porque las sensaciones de, veinte años más tarde, revisitar Perfect Dark en su sistema original sin las restricciones de control típicas de los pads de la época no tiene precio. Sí, puedes jugar la remasterización que hay en Xbox360 y XBox One… pero no de verdad que no se siente igual.

Y si te animas, haz lo propio con GoldenEye y Star Wars Racer, juegos que también tienen la opción de jugar con dos Sticks y cuya experiencia de juego mejora estratosféricamente.