The Swapper, la ética de "jugar" a sacrificar vidas

Es posible que te hayas adentrado en el mundo de The Swapper (Facepalm Games, 2013) a través de un Humble Bundle o como juego gratuito de Playstation Plus y te has encontrado con otro juego indie que mantiene la tradicional fórmula de muchas de estas propuestas.

Puedes pensar que este título no es muy distinto a muchos otros indies que se inspiran en este género, manteniendo una jugabilidad en dos dimensiones, una corta duración y siendo llamativos visualmente. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que, dentro de las mecánicas de este juego, destaca un punto importante, el uso de los clones y la utilización de vidas (o cuerpos) para conseguir nuestras metas en el juego. 

En muchos juegos el sacrificar vidas para continuar con el juego parezca un hecho menor, ya sea con las clásicas vidas de los juegos de plataformas o con un ejemplo más, con el simple hecho de sacrificar a Yoshi en Super Mario World para tener el impulso extra que necesitas para no caer por un precipicio.

El mundo de The Swapper se basa en la resolución de puzles y en la recolección de orbes para poder avanzar a lo largo de una instalación abandonada la cual debemos investigar. Para ello cuentas con dos habilidades muy particulares, la primera es la capacidad de clonarte hasta cuatro veces, y la segunda es la de transferir tu conciencia a cada uno de estos clones que sólo repiten los movimientos del cuerpo que posea la conciencia principal.

Así a lo largo de la aventura deberás afrontar una gran cantidad de puzzles, que requieren de utilizar los clones para activar ciertos mecanismos, sacrificarlos arrojándolos desde gran altura para activar switchs que necesitan de presión, crear clones que morirán en minutos al ser utilizados como impulso para llegar a zonas en altura… todo con el fin de avanzar y sobrevivir en esta instalación. 

Pero la cosa se torna especialmente interesante hacia el final de la aventura, cuando se hace explicita la verdadera naturaleza de nuestras habilidades y descubres que cuando transfieres tu conciencia a otro ser eliminas la conciencia original del nuevo anfitrión… para siempre. 

El mensaje del juego es tan sencillo como arrollador, muchas veces en los juegos disminuimos la carga ética y moral de nuestras acciones al encontrarnos con situaciones jugables que se han naturalizado a lo largo de muchos juegos, quizás sin darte cuenta de que realmente estás “jugando con la vida”, o que incurres directamente en el homicidio con el sólo fin de completar una zona o resolver un simple rompecabezas.

Este artículo es una colaboración de Zhols creador y escritor en el blog The End of Time.

Comentarios

  1. Sólo decir que es un honor colaborar para este blog, que dio ideas sobre nuevas perspectivas para abordar los juegos. Espero que les haya gustado el artículo. Y que puedan disfrutar de este interesante título.

    Saludos!

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    1. La verdad es que pinta interesantísimo el juego y, por lo que dices, pinta a que se tira un rollo "The Prestige / El truco final" que puede molar mucho. Sin duda leyendo tu texto me han entrado ganas de jugarlo.

      Como siempre gracias por tu fidelidad y es un orgullo que tu texto esté en Minimal VG.
      Saludos

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  2. Da que, pensar... pero me surge la siguiente duda, y pregunto.desde la.completa ignorancia del juego, que nono tuve gusto de jugar aun .

    Antes de ocupar la conciencia en un cuerpo clonado, éste tenia libre albedrio, actividad visible? Si no, hablamos de poco mas quede un robot organico... sin consciencia no se aprecia el dolor... se apreciaria como un vehiculo esperando ser conducido.
    Un saludo, y buen planteamiento para valorar la etica en otro titulo XD.

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    1. Un cuerpo cloneado no tiene conciencia, pero si es curioso utilizar los cuerpos humanos/humanoides como meros resortes para avanzar. Pero si hay algunos cuerpos que presentan rasgos de vida claros.

      Más allá de la ética voy al hecho de utilizar a seres (no ofensivos) como una herramienta más al momento de jugar jaja.

      Saludos!

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  3. Muy interesante la reflexión, sin embargo, no puedo evitar pensar que esos asuntos de conciencia en realidad están trucados.

    Es decir, aquí sacrificando clones, en Hot Line Miami matando indiscriminadamente, ambas para conseguir unos objetivos que te pueden llevar a pensar en cómo eres y en la ética de las acciones.

    Eso lo puedes hacer como ejercicio filosófico, pero el juego en sí te obliga a seguir esas mecánicas, no te da libertad para decidir.

    ¿Qué ética hay en el determinismo? Es binaria: si juegas aceptas que se juega así o dejas de jugar. El juego no te deja jugar sin usar clones o sin matar en Hot Line Miami si no quieres hacer eso, no puedes seguir jugando.

    Por tanto la disquisición moral o ética creo que no se encuentra en estos juegos tanto como en otros como Deus EX Mankind Divided que te permite decidir tú mismo cómo quieres actuar y tú decides si matas o no.

    Saludos fremen.

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    1. Lo que mencionas es cierto, se plantea un tema ético de manera guiada, por lo que no es parte de la interacción del jugador en sí. Aunque bajo mi punto de vista el jugador termina siendo cómplice durante algunas mecánicas jugables que se hacen ''razonables'' dentro de los que nos plantean estos juegos, pero que al plantearlos en un terreno distinto como el de la realidad, terminan haciendo cierto ruido en términos éticos. Por supuesto no se compara a los juegos que poseen un sistema de Karma y que otorgan mucha más decisiones al jugador.

      Saludos!

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